Una hermana, de esas que son para siempre.

sábado, 23 de abril de 2011

Hoy, y todos los días de mi vida

Voy a comerte la boca a cada milésima de segundo. A clavarte mis pupilas como si fueran chinchetas. Mandaré a mis labios de excursión por tus orejas susurrando palabras sin sonido. Me volveré muda, hablándote con las manos que son las que mejor se entienden. Para el reloj. Me importa una mierda la hora que sea. Si es de día o es de noche a nosotros no nos afecta. Las estrellas las veremos igual, y el calor del sol nos cocerá a fuego lento. Súbete conmigo a esa montaña rusa donde el ritmo lo marca los latidos de mi pecho.Donde voy a quererte hasta la última letra de tu nombre. Porque eso es lo que me apetece hacer hoy.

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