Regalame una sonrisa: ¡Ahí quiero estar!

Y hazme una de tus cinco favoritas.

Si no te hace daño, no te hará feliz

Un día de domingo, de esos que prometes que cambiarás tu vida, acabas por pensar que es difícil olvidar aquellos ojitos que te miraban fijamente y dejaban ver tu timidez y esa sonrisilla tonta que se te pone cuando te echa el aliento mientras habla y respiras el vapor de su boca, a tres centímetros puedes ver como sus labios se mueven y parecen decir palabras, ya que tu solo tienes un objetivo en su mente, y es poder besarle, rozar vuestros dientes en esa décima de segunda, reír dentro de su boca, ries sin sentido, ries feliz sólo porque has conseguido lo que más ansiabas, pero es ahí cuando te pones a pensar y ves como se marcha... y le añoras, y es cuando piensas aquellas frases que te hacen echarle más de menos aún:
-¿Sabes cuál es el problema de besarte con tu mano?
+¿Cuál?
-Que no te devuelve el beso.
Y entonces llegas a la conclusión de que estás totalmente perdida, sólo una escapatoría que se te escapa de las manos podría reconponerte...Su vuelta, su llegada, sus idas y venidas, su corazón de nuevo latiendo por ti.

Regalame una sonrisa

domingo, 1 de mayo de 2011

¡Ahí quiero estar!

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